¡En BETANIA estamos de aniversario!
Cumplimos 15 años
BELÉN MARINA
Ojalá hubiera ido escribiendo un diario a lo largo de estos 15 años. Ahora tendría un tesoro. Un tesoro de vida. Porque, como la vida, BETANIA ha estado llena de ilusiones, de alegrías, de cariño, de solidaridad, de satisfacciones… y también de malos momentos, de crisis personales y económicas, de decepciones, de incertidumbres y sobresaltos.
Porque BETANIA somos las personas que hemos ido formando parte de ella. Cuando la fundamos, allá por 2006, queríamos “algo diferente”. Algo técnicamente excelente (menudo nivel de perfeccionismo había en aquel grupito), pero volcado en el cuidado de las personas. “CUIDAMOS LO QUE HACEMOS”, dice nuestra web. Y puedo decir con toda tranquilidad que en ello seguimos, quince años después.
Seguimos cuidando, por supuesto, de nuestros pacientes. Nuestra razón de ser. En este momento, más de 1200 personas han pasado por nuestras manos. Por nuestro cuidado. Se siente una abrumada. Son personas que nos han confiado su bienestar, lo más delicado de sus vidas. Su estado de ánimo, sus fracasos, sus sufrimientos, sus pocas o muchas fuerzas y recursos para afrontar la vida, la relación con sus hijos o con su pareja… Nada menos. Impresiona. Pero también me llena de orgullo. Visto lo que hemos crecido, y que nuestros pacientes llegan mayoritariamente a través del boca a boca, significa que lo estamos haciendo bien. Qué gusto.
Esto no hubiera sido posible si no cuidáramos a nuestros terapeutas. Todos los que han ido pasando por aquí. Por descontado, profesionales más que cualificados, con magníficos curricula. Pero, sobre todo, personas extraordinarias que entienden cuál es la responsabilidad que se deposita en nuestras manos. Que saben cuidar a las personas. Y que son capaces de crear un equipo con el que da gusto trabajar. Siempre disponibles, siempre apoyando, siempre ahí. Queridos lectores, no sabéis el gusto que da decir “tengo una duda con este paciente” y recibir de inmediato un aluvión de ideas, de propuestas de ayuda, de recursos. Incluso cuando nuestras sesiones clínicas terminan casi a medianoche y nos arrastramos de vuelta a casa, yo vuelvo con el sentimiento de que en BETANIA hay algo que merece la pena. Y es ese capital humano que también se siente, por qué no decirlo, cuando toca cenita y unas risas
Otra enorme fuente de satisfacción: nuestros alumnos. Profesionales muy jóvenes, cursando su máster habilitante, que beben lo que nosotros transmitimos. No hay más que ver sus caras cuando hacen coterapia con nosotros. Otra responsabilidad, claro. Les hacemos trabajar duro con la adquisición de conocimientos, pero quiero creer que de nosotros aprenden no sólo las técnicas o los procedimientos terapéuticos, que también, sino lo que debe estar detrás de todo ello. EL CUIDADO de las personas. Creo que varios de ellos, ahora mis compañeros, aprendieron bien.
Y poco más que decir. Hubo una temporada que decía, medio de broma, que BETANIA era mi cuarto hijo. Y sí, ahora la contemplo y siento el orgullo de haberla visto crecer y convertirse en aquello que soñamos aquel día en que dibujamos el boceto del que sería nuestro logo en una servilleta de papel.
MARÍA PRIETO
15 años… aún recuerdo nuestra primera “reunión” en aquella cafetería, buscando el nombre y soñando el centro, con ayuda de una servilleta…
Desde entonces han sido muchos los terapeutas que han contribuido a hacer crecer BETANIA, y han sido miles los pacientes que han pasado por nuestras manos. La gran mayoría sale agradecida y contenta, han encontrado alivio para su sufrimiento, y no puedo sentirme más orgullosa. Mi idea del nombre, BETANIA, intentaba expresar lo que quería que fuera BETANIA para los pacientes: el lugar de descanso, de encuentro, de acogida, de confianza. Lo hemos conseguido. Hemos construido, seguimos construyendo, una oferta de ayuda de calidad desde la ética y el rigor, fieles a la primera idea de BETANIA, a aquel sueño compartido, poniendo siempre al paciente en el centro.
En un momento tuve que alejarme del proyecto y elaborar dos enormes duelos: dejar la clínica y dejar BETANIA. Fue duro. Ahora solo puedo agradecer a quienes asumisteis la carga de seguir en la gestión, a quienes supisteis reinventaros, reinventar BETANIA según iban cambiando las circunstancias, a quienes mantuvisteis firme el timón a pesar de las tormentas; muchas gracias, Patricia, por estar siempre, y muchas gracias, Belén, por no desfallecer. Gracias a las dos por vuestra fuerza, por mantener la ilusión, por no conformaros, por el intento continuo de mejora, por la calidad.
Me gusta el BETANIA actual, me gustan los nuevos terapeutas 😉, y me alegra ver que el proyecto continúa mejorando, que BETANIA sigue siendo útil, que sigue siendo instrumento al servicio de quienes más sufren, aquellos que no son dueños de sus actos, de sus pensamientos o de sus sentimientos.
Enhorabuena a todos los que lo hacéis posible, y GRACIAS de corazón.
PATRICIA DÍAZ
BETANIA es un trozo de mí. Creo que esa frase lo resume todo.
BETANIA llegó a mi vida cuando no lo esperaba, hubiera querido unirme al equipo mucho antes, nada más terminar la universidad, pero no tuve oportunidad, quizá la tuve y no lo supe ver, el caso es que llegó en otro momento de mi vida en el que había empezado otros caminos.
Es cierto que miro hacia atrás y hemos cambiado mucho, pero la esencia se ha mantenido, el corazón con el que empezó BETANIA se mantiene, para mí siempre ha sido más alma y corazón que cabeza.
Hubo un momento en el que pensaba que se podía convertir en algo más “empresarial”, estilo otros centros de referencia económica que no de calidad, me equivoqué, BETANIA no sería BETANIA de ese modo, ahora sé que no me retirará, pero también sé que me retiraré de la clínica ahí. BETANIA fue y es mi apuesta de vida, se lo debo por todo lo que me ha dado siempre.
He llorado mucho y he reído más, me he asustado y nos hemos calmado, me he sobresaltado y al final, siempre hemos salido adelante.
He participado en ordenar, pintar, fregar, reformar, lijar, decorar, he aprendido a usar una ingletadora, que todos sabemos que es algo muy útil para la práctica clínica y de todo eso sólo saco una conclusión, BETANIA no Es, BETANIA Somos.
VÍCTOR DE LA TORRE
Si la pervivencia es en sí misma una virtud, lo es doblemente contemplando las dos décadas que llevamos, no precisamente escasas en emociones fuertes, del siglo XXI. ¡15 años ya de BETANIA!
De estos tres lustros diez he tenido la inmensa satisfacción de formar parte de este proyecto que es mucho más que un Centro de Psicología: constituye un espacio emocional donde hemos confluido sensibilidades de diversa índole conformando un armónico, fascinante grupo humano.
Soy plenamente consciente, y por ello estaré siempre agradecido, de lo mucho que he aprendido de mis compañeros de viaje, y me atrevo a pensar que algo habrán aprendido, seguramente no mucho (ejem) de mí. ¿No va de esto la vida? Integrar lo que de enriquecedor tiene cada experiencia… y las hemos tenido de todo tipo. Algunas ¿a qué negarlo? más difíciles de lo que hubiéramos deseado, pero recordarlas con la perspectiva que da el tiempo resulta conmovedor por lo que tienen de reto superado, al haberlas afrontado juntos. Como un equipo.
La fuerza de BETANIA es y será siempre su esencia: ser una familia de profesionales. Algunos van y otros vienen, pero siempre apetece (re)encontrarse, en torno a una mesa bien surtida, y escucharnos los unos a los otros.
Si ha funcionado tan bien en 15 años ¿para qué cambiar a estas alturas?
Casi que mejor ir pensando en los fastos del 25 aniversario.
BEGOÑA RODRÍGUEZ–ACOSTA
Enhorabuena BETANIA por estos 15 años acompañando a tantas personas. En especial a Belén que ha estado al frente dirigiendo este lugar con todo su corazón y a Patricia que fielmente junto a Belén mantiene vivo el espíritu de este centro.
Después de unos cuantos años trabajando en BETANIA, me gustaría resaltar el trato humano, cercano y sencillo que se ha tenido siempre con cada uno de nosotros los colaboradores.
Siempre se ha cuidado el buen ambiente del equipo. Y es que en BETANIA todas las personas importan y todas las circunstancias personales también. Gracias a ello he podido conciliar fácilmente la vida familiar con la laboral y eso no tiene precio.
Han demostrado que por encima de todo están las personas y eso traducido a la práctica clínica, junto con una enorme profesionalidad, da como resultado tantas experiencias terapéuticas memorables.
Gracias por haberme permitido formar parte de BETANIA. ¡Ha sido un placer!
SARA CORRAL
Cinco de quince. Compartiendo, aprendiendo y disfrutando de este lugar tan maravilloso donde tengo la suerte de trabajar.
Enhorabuena, compañeras, por el proyecto que habéis construido durante estos 15 años.
Este lugar es especial.
Gracias por tanto.
IRENE LÓPEZ
Mi relación primera con BETANIA fue a través de la universidad, ya que su directora, Belén, impartía clases en el máster de psicología que cursaba. Ahí fue la primera vez que escuché el nombre del centro, BETANIA, y apenas podía imaginar lo que acabaría siendo mi relación con él.
Hoy puedo decir que me has visto crecer profesional y personalmente y estoy muy agradecida por ello. Acompañarte estos años en tu camino ha sido una suerte para mí. Deseo que sean muchos más aniversarios compartiendo experiencias y aprendiendo con todos vosotros.
Enhorabuena por estos 15 años.
INMACULADA SALAMANCA
AÑOS, VIDA Y GRATITUD
La palabra aniversario está relacionada con “cumplir años”, y por lo menos para mí también, con un concepto cargado de valor y fuerza: la VIDA. Se escribe rápido y se lee en pocos segundos, pero 15 años de vida son los que lleva BETANIA ayudando y acompañando a seres humanos en sus caminos.
Me gustaría compartir que, desde una visión más personal, para mí la palabra VIDA es “prima hermana” de la palabra GRATITUD.
¿Y por qué digo esto…? Pues muy sencillo, empecé en BETANIA como aprendiz, y a día de hoy me siento agradecida de poder continuar aprendiendo de mis compañeros y de cada persona que tengo la oportunidad de conocer y guiar en sus procesos vitales.
Por lo tanto, en este 15 aniversario de BETANIA, convergen estas dos palabras maravillosas: la VIDA, en consonancia con los años pasados (más los que están por venir), y la GRATITUD de poder disfrutarlos junto a un equipo que, ante todo, son personas y por supuesto también, grandes profesionales.
¡Enhorabuena de todo corazón! Sigamos viviendo y aprendiendo juntos.
IRENE LORZA
BETANIA me dio una de mis primeras oportunidades laborales. Siempre estaré agradecida porque confiaron ciegamente en mí como terapeuta.
Allí pude empaparme de la profesionalidad y el conocimiento de todos mis compañeros. Pero, sobre todo, pude aprender de su humildad y de la manera tan amable y humana con la que miran a todas las personas que acuden a BETANIA.
BETANIA ha sido y será una familia para mí, un equipo que siempre está dispuesto a ayudar, a apoyar y en el que aprenden unos de otros sin competir, sin compararse. Me fui de Madrid por amor, y me llevé mucho amor de BETANIA.
Lo guardo para siempre en mi recuerdo y en mi experiencia.
LAURA BERMEJO
Profesora Departamento de Psicología, Universidad Pontificia Comillas.
BETANIA es sin duda un espacio de trabajo en psicoterapia cercano y amable y de un indiscutible rigor y calidad profesional.
Durante los 10 años que tuve la oportunidad de trabajar en el equipo de BETANIA sentí el privilegio de compartir un lugar de trabajo con grandes profesionales de la terapia infanto-juvenil y con adultos, donde se prima la calidad de la atención en un clima de cercanía, calidez y humanidad.
Y, por supuesto, tuve el placer de atender a personas con diferentes problemáticas (problemas severos de ansiedad, depresión, dificultades con sus parejas o hijos, estrés laboral, etc.) que me acercaron a la vulnerabilidad del ser humano, pero sin duda también a los recursos personales, a la fortaleza humana y a la esperanza, elementos que favorecieron enormemente los procesos terapéuticos y que a mí misma me hicieron crecer, no solo como profesional de la psicología sino también como persona.
Por todo ello, en este 15 aniversario de BETANIA quiero dar mi más sincero agradecimiento al equipo de profesionales del centro y a todos los pacientes que depositaron su confianza en nosotros.
Me siento privilegiada de haber trabajado en un centro de psicología como éste.

Betania Centro de Psicología nace con una clara vocación de servicio desde la calidad profesional. Es, sobre todo, un centro orientado a paliar en lo posible el sufrimiento de las personas a las que atendemos y a facilitar y fomentar su pleno funcionamiento, siendo, por lo tanto, la calidad del servicio a nuestros usuarios la primera prioridad del centro.