Cuando la comida (comer compulsivamente o no comer nada) se convierte en la única forma de solucionar problemas con los demás, uno mismo y el mundo, pasa a ser un problema por sí misma. Como no soluciona esos problemas, pero proporciona un alivio temporal (tanto el atracón como el no comer) tiene a aumentar cada vez más para conseguir el mismo efecto y puede terminar convirtiéndose en un trastorno de alimentación. El tratamiento se dirige hacia:
- La recuperación de la capacidad para solucionar los problemas que la persona está resolviendo en la comida (o en la ausencia de ésta).
- La normalización de la alimentación.
Ambos aspectos han de ser tratados. Las personas con problemas de conducta alimentaria sufren gran soledad e incomprensión y sin embargo, su problema tiene una explicación y funciona según mecanismos comprensibles y modificables. Conocer estos mecanismos básicos y actuar sobre ellos nos ayuda a cambiar el aprendizaje (no voluntario) de esas forma de relacionarse con la comida y con los problemas por el aprendizaje de formas saludables de vivir.