Desde hace tiempo es común encontrar adolescentes en la consulta con orientaciones sexuales diversas. También es habitual que el salto generacional haga que muchos progenitores no entiendan, o incluso tratando de respetar y querer a sus hijos, se pierdan en una maraña de términos que los adolescentes manejan perfectamente.
Así que lanzo este humilde artículo tratando de dar respuesta a situaciones de este tipo, que cada vez veremos más en la consulta, acercando terminología a los adultos que tienen el cerebro a punto de estallar entre tanta movilidad y términos nuevos.
Hablaremos sólo de orientación sexual, que nada tiene que ver con el género, ni la identidad de género… la orientación hace referencia a quien te atrae, hacia quien sentimos atracción romántica. En términos llanos “quien nos pone”. Hay personas que se definen con exactitud y hay personas que van variando, en relación a este aspecto, a lo largo de su vida.
Atendiendo a nuestra orientación sexual encontramos muchas identidades. Las más habituales son:
1. Heterosexuales. Personas que sienten atracción por personas de género diferente: hombres que se sienten atraídos por mujeres y mujeres que se sienten atraídas por hombres.
2. Homosexuales. Personas que se sienten atraídas por otras personas de su mismo género: hombres que se sienten atraídos por hombres y mujeres que se sienten atraídas por mujeres, definiéndose también como gays o lesbianas.
3. Personas que se sienten atraídas tanto por hombres como por mujeres, normalmente se usa el término bisexual.
4. Personas que sienten atracción por muchas identidades, ya sean hombre, mujer, transgénero, intersexuales… normalmente se definirán como pansexuales o queer. Las personas queer se relacionan con personas que tienen identidades sexuales o de género que no se corresponden a las establecidas de sexualidad y género.
5. Personas que tienen dudas, no están seguras o prefieren seguir explorando esa área. Normalmente se usa el término inglés questioning o bicuriosos.
6. Personas asexuales, que no sienten atracción sexual por nadie.
7. Arromántico. Personas que no experimentan atracción romántica hacia nadie.
8. Androsexual. Aquellas personas que sienten atracción por la masculinidad, que no quiere decir que sientan atracción por el género masculino: se puede sentir atracción por alguien que en apariencia se ve como un hombre.
9. Ginosexual. Personas atraídas física y románticamente por la femineidad, igual que en la androsexualidad. Esto no quiere decir que tenga que ser una mujer.
10. Demisexual. Al borde de la asexualidad, son personas que sienten atracción únicamente cuando han conectado emocionalmente, de manera profunda, con alguien.
11. Poliamoroso. Se involucran romántica o sexualmente con múltiples parejas al mismo tiempo, conociéndose normalmente las relaciones así como estableciendo normas básicas para estas. También las personas poliamorosas pueden establecer relaciones monógamas.
12. Skolisexual. Personas que sienten atracción por personas no binarias, es decir, personas que no se identifican como hombre o mujer en su totalidad.
13. Pansexual. Atracción por todas las personas sin distinción de género.
14. Omnisexual. Sienten atracción por todos los géneros, como los pansexuales, pero no son ajenos al género.
Conviene hacer aquí un inciso: hay muchos adolescentes que no se encuentran representados en las etiquetas ni quieren definirse. Si eso pasa, les tranquilizaremos indicándoles que no es necesario incluirse en una etiqueta, lo importante es respetar aquello que sienten y si quieren en algún momento incluirse en alguna etiqueta lo pueden hacer.
Como muchos de los términos tuvieron connotaciones negativas en un pasado no muy lejano, es preferible preguntar antes que suponer; y si la persona se define de una manera determinada podemos referirnos a su orientación sexual con sus propios términos, pero si no lo hace, también es válido.
Por quién nos sentimos atraídos no es una elección ni un capricho, tampoco una moda. También es importante que sepamos que no puede cambiar con terapias, y que esas terapias se prohibieron hace muchos años.
Hay personas que desde pequeñxs (sí, con x; correcto o no, ellos nos van a sentir más cerca si compartimos su leguaje) se dan cuenta de su orientación, es decir ya saben quién les atrae desde antes de la pubertad, mientras que otras lo descubren algo más mayores, y otras no pueden situarse con exactitud en un continuo establecido, en sus dos extremos, por las personas homosexuales y heterosexuales, pero en medio hay muchas posiciones e incluso fluctuaciones, de ahí que actualmente sea común encontrarnos adolescentes que fluyen o que se definen como género fluido. Muchos estudios actuales indican que es probable que parte venga definido desde la gestación, tildarlo de capricho o moda puede que haga que los adolescentes se cierren y que el desarrollo afectivo-sexual no sea todo lo saludable que podría.
A veces definirse es como una lucha interna, no sólo porque no sabemos quién nos atrae, o fluctuamos, sino porque también hay que luchar con estilos familiares o expectativas que unx tiene, o el entorno en el que nos hemos desarrollado ha manifestado, así que fluctuar y retractarse está permitido. La pubertad es una época de cambios y se permite explorar; también a otras edades, no es exclusivo de la pubertad.
Es común que muchos padres nos comenten sus inquietudes al respecto y lo tilden de moda o influencia social. La realidad es que aunque es cierto que hay más visibilidad porque la sociedad se ha vuelto más tolerante, no ha subido la estadística en cuanto a personas que no se definen como heterosexuales. Como dato tomaremos que en Estados Unidos sólo el 3,5% se identifica claramente con la opción de homosexual o bisexual a pesar que el 11% indica que en ocasiones ha sentido atracción por personas del mismo sexo. Así que no, no hay más que antes, la diferencia es que ahora se verbaliza más porque se sienten más protegidxs.
Por no extenderme mucho, porque sólo quiero dar una pincelada a esta cuestión, recordad que a veces lxs adolescentxs están muy asustadxs por explorar este tema. Temen ser rechazados por algunxs amigxs, tienen miedo a no ser aceptados en el núcleo familiar, pensando en ocasiones que están defraudando a sus progenitores, aterrados ante la posibilidad de ser rechazados por ellos o equivocarse si dicen que su orientación es una y luego no es así.
Lo más importante en estas ocasiones es que sepan que lxs vamos acompañar y que les queremos por encima de cualquier cosa. Es adecuado proporcionarles información para que puedan explorar libremente y sin temor a variar si es lo que necesitan, y siempre tener actitudes con ellxs basadas en el respeto. Una actitud abierta en este tema facilitará que puedan compartir sus inquietudes con los adultos de referencia y puedan sentirse segurxs compartiendo sus avances, conquistas o dudas… Y si no sabemos, también es importante que se lo hagamos saber, buscando quien pueda acompañarlos en este proceso de manera más adecuada; eso es una gran muestra de respeto y amor que los adolescentes reciben muy bien.
Por último os dejo unos enlaces que creo os serán de utilidad si necesitáis buscar información con vuestros hijxs:
https://www.hrc.org/resources/coming-out
https://www.aldarte.org/es/
https://www.igualdadnavarra.es/imagenes/documentos/-235-f-es.pdf
Licenciada en Psicología.
Experto en Terapia de la Conducta Infanto-juvenil y Familiar. Especialista en Atención Temprana. Experto en Clínica e Intervención en Trauma y E.M.D.R. niveles I,II y III. Diplomada en Educación Social. Psicóloga especializada en Duelo infantil y juvenil de la Fundación Mario Losantos del Campo.