¿QUÉ ES EL TDA-H?
El TDA-H es un trastorno de tipo neurobiológico.
Los niños con TDA-H muestran síntomas que se agrupan en torno a tres ejes:
DÉFICIT DE ATENCIÓN: no prestan atención a los detalles, se equivocan fácilmente, dejan tareas a la mitad, les cuesta organizarse, se despistan con cualquier cosa, pierden u olvidan cosas…
IMPULSIVIDAD: Hablan excesivamente, se precipitan, les cuesta respetar los turnos, interrumpen…
HIPERACTIVIDAD: se mueven excesivamente en situaciones inapropiadas, se levantan cuando deberían permanecer sentados, son ruidosos, parecen ir acelerados… Los síntomas de este grupo no son necesarios
DIFICULTADES PARA REGULAR LA PROPIA CONDUCTA
No es fácil alcanzar metas cuando uno tiene TDA-H. Los propósitos pueden ser inmejorables y, además, seguro que son sinceros. Pero hablamos de niños que no siempre se enteran bien de lo que tienen que hacer, tienen un pensamiento rígido, aprenden poco de la experiencia, se rinden fácilmente ante las dificultades, no se autoevalúan de forma realista y, desde luego, pierden la atención a lo largo de las actividades. Además, son impulsivos, no controlan bien las emociones y les falta sentido del tiempo. Junto a esto, pueden o no ser hiperactivos
EL DIAGNÓSTICO:
En el día a día de la consulta, observamos que “ni están todos los que son, ni son todos los que están”. Es decir, no todo niño inquieto o inatento tiene TDA-H, por supuesto; y, recíprocamente, hay muchos niños, generalmente no hiperactivos, que son habitualmente tachados de vagos, desmotivados, lentos…. y pueden sufrir TDA.
En Betania cuidamos enormemente la evaluación del trastorno. Así, pensamos que un buen diagnóstico siempre debe incluir:
- Entrevista con los padres.
- Entrevista y observación del niño.
- Información procedente del colegio (sobre rendimiento, conducta, relación con los compañeros…)
- Escalas y cuestionarios sobre TDA-H.
- Criterios DSM-IV-TR.
PRUEBAS ESPECÍFICAS:
- Pruebas de atención.
- Pruebas neurospicológicas y de funciones ejecutivas.
- Pruebas de madurez neurológica
- Pruebas de inteligencia general que permitan conocer los puntos fuertes y débiles del funcionamiento cognitivo del niño.
SI SE SOSPECHA OTRO PROBLEMA:
- Pruebas de aprendizaje.
- En el caso de requerirlo el neurólogo o el psiquiatra, pruebas médicas complementarias (EEG, resonancia magnética, analítica, ECG…)
TRATAMIENTO:
Siempre debe asentarse sobre tres pilares:
- Terapia cognitivo-conductual
- Colaboración y participación de la familia y el colegio
- Si el médico lo estima necesario, medicación (generalmente, metilfenidato).
La psicoterapia ofrecerá al niño las herramientas que necesita para mejorar en habilidades sociales, control de impulsos, atención, funciones ejecutivas, autoestima y problemas afectivos.
En Betania trabajamos siempre con los padres, enseñándoles cómo manejar de forma adecuada las conductas de su hijo y qué patrones son también adecuados para protegerse ellos mismos. Asimismo, buscamos siempre la colaboración con los colegios, convencidos de que una intervención integral es siempre la más efectiva.
Si tienes dudas, no dejes de ponerte en contacto con nosotros. Cuanto más temprana sea la intervención, mayor será el éxito.