Preservar el bienestar psicológico en situación de desempleo

Es sobradamente conocida la alarmante cifra de personas que han perdido su trabajo en los últimos meses en nuestro país. Estar en situación de desempleo se considera en los distintos listados de acontecimientos vitales estresantes, una de las circunstancias de mayor estrés a las que podemos enfrentarnos.

Y es que efectivamente el trabajo es una de las áreas más relevantes de nuestra vida, tanto por las necesidades que cubre (tanto materiales como de autorrealización personal), ya lo decía la afirmación “El trabajo dignifica al hombre”, como por la cantidad de tiempo que nos ocupa (pasamos más de un tercio de nuestra vida trabajando).

Por ello, cuando se produce la pérdida de un empleo la persona puede situarse en una situación de riesgo de padecer síntomas de tristeza, ansiedad, desmotivación, baja autoestima, etc. que pueden llegar a suponer un problema para su salud mental si esta situación y estado psicológico se mantienen durante un período de tiempo prolongado.

Sin embargo, estar desempleado no tiene que significar necesariamente estar desocupado, encontrarse triste, desanimado o perder la esperanza. A continuación queremos ofrecer algunas pautas para ayudar a preservar el bienestar psicológico en situación de desempleo:

• Tratar de asumir la búsqueda de empleo como una ocupación: planificar cada día un intervalo de tiempo para buscar empleo en recursos públicos de empleo, a través de portales de empleo en Internet, o mediante la propia red de contactos personales.
• Aprovechar este período de desempleo como un posible período formativo o de reciclaje: asistir a cursos, matricularse en aquellos estudios que nos interesen y mejoren o actualicen nuestro perfil profesional, etc. Actualmente existen, además, multitud de cursos gratuitos para desempleados que puede solicitar a través de su oficina de empleo, a sindicatos, asociaciones, etc.
• Disfrutar de aquellas actividades de ocio o tiempo libre que siempre quisimos hacer pero para las que nunca teníamos suficiente tiempo. Actividades que no necesariamente tienen por qué suponer un gasto económico adicional: voluntariado, exposiciones y actos culturales gratuitos, pasear, visitar amigos, pasar más tiempo con la familia, etc.
• Tratar de realizar un deporte o actividad física regularmente: esto es importante tanto para aliviar tensiones como para mantener un equilibrio saludable en el organismo.
• Planificar el tiempo y las actividades tratando de mantener cierta “estructura vital”. Aunque, con flexibilidad, planificar las actividades que vamos a realizar diaria o semanalmente así como mantener un ritmo de sueño y alimentación regulares, nos ayudará a no caer en una situación de desorganización, desidia e inactividad.
• Es importante también racionalizar el gasto, llevando un seguimiento de la economía doméstica, tratando de reducir gastos superfluos y jerarquizando las necesidades.
• Evitar estrategias autodestructivas de escape de la situación como el abuso de alcohol o las drogas.
• Recurrir al apoyo que nos puedan brindar tanto nuestra familia como nuestros amigos. Este apoyo puede ser, tanto emocional (seguro que contamos con alguien que pueda escucharnos y con quien desahogarnos) como práctico (por ejemplo, informales de que estamos buscando empleo para que puedan avisarnos en el caso de que conozcan algún puesto vacante)
• Por último, tratar de mantener una actitud optimista, no caer ante el primer obstáculo o la primera entrevista que no tuvo éxito (surgirán nuevas oportunidades), evitar frases del tipo “Nunca voy a encontrar trabajo” , “Nadie me va a contratar” “Esto es imposible”, “Esta situación es horrible” y tratar de reemplazarlas por otras más positivas y realistas del tipo “Voy a persistir”, “Hay situaciones aún peores”, “En algún momento la situación económica mejorará y obtendré un empleo”, “Si no encuentro el empleo ideal habrá otros”, etc.

En definitiva, se trata de convertir una situación difícil de nuestra vida, la pérdida del puesto de trabajo, en un reto complejo, encontrar un nuevo empleo, pero no imposible, y en una oportunidad para desarrollar nuevas actividades placenteras o aprendizajes que anteriormente no tuvimos oportunidad de realizar.

Betania Psicologí­a

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