Hemos encontrado sorprendente, cuando menos, la noticia que anuncia que el DSM-V (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales editado por la American Psychological Association), que aparecerá en mayo de 2013, va a incluir el llamado «Trastorno de Disregulación Disruptiva del estado de ánimo» (DMDD), aplicable a niños que «exhiben episodios frecuentes de irritabilidad y arrebatos de conducta durante tres o más veces a la semana durante más de un año». Según la noticia, el objetivo que la APA persigue con la inclusión del trastorno es evitar el sobrediagnóstico de trastorno bipolar en niños, con el consiguiente perjuicio que el tratamiento farmacológico puede conllevar.
Nuestra reflexión es la siguiente: ¿no será más perjudicial patologizar una conducta perfectamente normal entre los 2 y los 5 años de edad, de acuerdo a la psicología evolutiva? Es cierto que las rabietas intensas y repetidas de un niño pueden ser un problema importante en una familia, si no se aprende a manejarlas. Pueden incluso cronificarse. Pero de ahí a ser un trastorno mental, va bastante trecho.
Habrá que ver cuáles son los criterios diagnósticos establecidos por la APA, que suponemos habrán sido cuidadosamente seleccionados para evitar que un porcentaje muy importante de la población infantil los cumpla.
Además, la noticia hace referencia a la inclusión de otros trastornos, como el acaparamiento compulsivo o la adicción a la comida, además de incorporar otros trastornos (Asperger, TGD, etc) bajo el epígrafe único de «trastorno d espectro autista».
Fuente: http://www.psiquiatria.com/noticias/psiq_general_y_otras_areas/diagnostico/58368/
Foto: Chesi-Fotos CC
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