Nos despertamos hace semanas con la sombra del coronavirus sobrevolando nuestras cabezas, cantidad de información, mucha sin contrastar, que hace que la población tenga cierta sensación de peligro inminente ante palabras como “imparable” o “pandemia”.
Según la Organización Mundial de la Salud, una pandemia es la expansión de una nueva enfermedad por un área extensa, es decir una propagación mundial, pero eso no quiere decir que esa expansión sea peligrosa, sino desconocida. Las principales pandemias que ha habido hasta ahora han sido las relacionadas con la gripe estacional y sus distintas mutaciones.
Una vez que el virus se haya instalado en un país, hablaremos de epidemia, que es una concentración de muchos enfermos en una misma región.
Las noticias alarmistas están situando a las personas en distintas actitudes que desde un punto de vista psicológico no es el más adecuado:
- Muchas personas están asustadas sin motivo, recordemos que es un virus respiratorio y sólo afectará de manera significativa a las personas consideradas población de riesgo.
- Las personas con vulnerabilidad hipocondríaca van a estar revisándose constantemente ante las noticias ambiguas que aparecen en los medios de comunicación
- Conductas radicales, en cuanto a actitudes racistas, estereotipos, cancelaciones de viajes, cierre de fronteras…
- TOCS asociados a la información, compulsiones de limpieza, autocomprobación de la temperatura, dudas y rumiaciones sobre el contagio…
- Aislamiento social, muchas personas están evitando salir y eligen un modelo de aislamiento pensando de ese modo que están protegidos.
- Dar credibilidad a rumores infundados, todos ellos nos los aclara la OMS en su web y los podemos consultar en este enlace https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/advice-for-public/myth-busters
Desde Betania nos gustaría hacer un llamamiento a la calma. El Covid-19 es un virus similar a la gripe, con síntomas respiratorios de diferente alcance, que sólo va a afectar negativamente a la población de riesgo.
Hasta que no haya medidas adoptadas oficiales hay que contrastar las fuentes de información y seguir realizando nuestra vida habitual, con las precauciones de higiene que tomaríamos de manera normal ante personas enfermas. Las principales medidas nos las explica la Oms https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/advice-for-public
Evitemos la propagación de rumores y las conductas asociadas que lleven a un colapso de las urgencias, a compras compulsivas de alimentos por si acaso, a compra de medicación innecesaria o, como ha pasado, a compra de mascarillas que son necesarias para la población oncológica y no para personas sanas.
Que no cunda el pánico, muchos pasaremos el coronavirus, covid-19, igual que hemos pasado el sarampión, la gripe estacional, resfriados, problemas digestivos, y si estamos en la población de riesgo, mantengamos las recomendaciones sanitarias, que son los primeros interesados en que la situación no sea desbordante.
Actuemos de manera racional y en caso de necesitar asesoramiento busquemos fuentes fiables, recordemos que la mortalidad del Covid-19 está por debajo del 0,7% fuera de China y en china en el 2% un índice muy bajo comparado con otras enfermedades.
Licenciada en Psicología.
Experto en Terapia de la Conducta Infanto-juvenil y Familiar. Especialista en Atención Temprana. Experto en Clínica e Intervención en Trauma y E.M.D.R. niveles I,II y III. Diplomada en Educación Social. Psicóloga especializada en Duelo infantil y juvenil de la Fundación Mario Losantos del Campo.