Vivimos en un mundo acelerado, esclavo de las prisas y la velocidad; un mundo que nos contagia una sensación de estrés y desasosiego. Este ritmo frenético junto a la colección de tareas y obligaciones nos exige enfocar nuestra atención hacia el exterior para evitar que se nos escape algo, pero a su vez nos aleja de nosotros y nos hace funcionar con el piloto automático.
La mayoría de las personas nunca han hecho el viaje a su interior para observarse, descubrirse, comprenderse y aceptarse en aquellos aspectos que forman parte de su esencia vital. La introspección es el acto de mirarse a uno mismo, de buscar en el propio interior: en sus pensamientos y sentimientos con el objetivo del autoconocimiento para poder hacer una identificación, percepción, interpretación y comprensión de las propias emociones, pensamientos y conductas.
Cada decisión que tomamos tiene una repercusión en nuestra vida; si fuéramos conscientes de eso, realmente dedicaríamos más tiempo a conocernos y a viajar hasta nuestro interior para hacer elecciones conscientes y no reacciones impulsivas y automáticas. Solemos reaccionar ante los estímulos del día en lugar de elegir cómo queremos responder ante determinadas circunstancias. El conocernos implica que tengamos una visión realista y adaptativa de las circunstancias, además de mayor flexibilidad y adaptabilidad al cambio.
De todo ello me surge la pregunta de: ¿quién lidera tu vida cuando no te conoces?
- Las emociones que no gestionas
- Miedos e inseguridades
- La opinión de los demás
- El ego
- Las heridas de la infancia
- Mandatos familiares
- Pensamientos automáticos y creencias irracionales
El saber cómo somos a nivel emocional, cognitivo y conductual es la forma de romper con aquellos patrones automáticos que nos desestabilizan y nos hacen sentir tan mal en numerosas ocasiones sin ni siquiera entender por qué nos ha afectado de esa manera. Consiste en llegar a conocernos completamente, aceptando aquellas partes de nosotros que rechazamos, porque no nos gustan o nos generan sufrimiento.
Cuando nos conocemos tomamos decisiones coherentes con nosotros mismos, perdonamos nuestros errores y somos libres para tener una vida plena y de acuerdo con nuestros valores.
Para conocerse a uno mismo lo importante es preguntarse: ¿podría amarme a pesar de permitirme sentir y expresar emociones negativas o tal vez me llenaría de culpas, vergüenzas y miedos? La respuesta será muy importante porque nos dará las claves para saber cuán condicionados nos encontramos por los demás y cuántas cosas nos permitimos sentir y expresar o no.
Puede que el cambio más importante que estás necesitando sea el conocimiento y aceptación de ti mismo… ¿te lo has planteado?
Graduada en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid. Máster en Psicología General Sanitaria por la Universidad Pontifica de Comillas, especialista en Psicología de emergencias, catástrofes y pérdidas personales y especialista universitario en intervención en trauma.