Cada vez que se acercan las fechas veraniegas surge la misma pregunta en la consulta y los mismos debates. Me imagino que viene de una reflexión casera previa: ¿mando al niño de campamento?
Alrededor de esto cuelgan siempre flecos y cuestiones que a veces pesan a los padres como losas:
- ¿Mejor un campamento urbano y que venga a comer o cenar o que duerma fuera?
- ¿Con idiomas o sólo con actividades?
- ¿El del colegio o mejor que conozca niños?
- ¿De una semana o 15 días?
- ¿Qué le acompañe un hermano o que vaya solo?
- ¿No es pequeño?
- ¿Si no está bien voy a buscarle?
Muchas de estas preguntas no tienen una respuesta clarísima, pero intentaremos arrojaros luz sobre alguna de ellas.
Si el niño es muy pequeño y nunca ha ido de campamento ni ha participado de ninguna actividad con otros niños en verano, es conveniente que tenga una primera experiencia y nosotros también. A todos nos va a costar separarnos y el niño lo va a notar, por eso quizá la elección de unas colonias urbanas o un campamento urbano sea la mejor opción. El niño pasa fuera la mayor parte del día conviviendo y realizando actividades con otros niños de su edad, así evitamos la experiencia de la primera noche fuera sin habituar al niño.
Si el niño ya ha tenido la experiencia de irse fuera, aunque sea pocos días, como con el colegio a una granja escuela, de convivencia, entonces podemos explicarle que es similar aunque dure varios días.
Así que la elección será según experiencia y edad del niño, si no han tenido antes experiencia de campamento ya sea urbano o de dormir fuera de casa elegiremos algo urbano y si el niño ha dormido fuera, se ha sentido seguro, ya ha realizado actividades urbanas con éxito es momento de elegir campamentos con pernocta.
Igualmente, si es pequeño, elegiremos si es fuera uno de corta duración de 10 días igual que si es su primera experiencia y si ya ha superado con éxito situaciones similares es preferible una actividad más amplia de 15 días o incluso 1 mes en el extranjero.
Muchos colegios organizan campamentos tanto urbanos como alejados de nuestra población, con actividades deportivas, idiomas…
Una de las ventajas es que algunos colegios mandan a parte del profesorado o monitores que conocen a los niños. Esto facilita muchísimo la integración de los niños en el campamento, sobre todo si anticipamos que nuestro hijo puede tener alguna dificultad para dormir solo o tener autonomía en las actividades cotidianas.
Por el contrario, si el niño lo que necesita es conocer a otros niños, lo mejor es que el campamento sea ajeno al colegio y así amplíe su red social. Esto también vale para niños que no son bien aceptados entre sus iguales, es cierto que podemos pensar que si pasa tiempo con sus compañeros las relaciones mejorarán, pero eso no suele suceder.
Lo más habitual es que el niño se sienta desprotegido y sea objeto de las burlas de sus compañeros en el campamento, por eso hay que proporcionarles otros modelos sociales distintos, para que aprendan y ganen confianza y si es posible establezcan otras relaciones que les aporten cosas.
El contenido del campamento es muy variado, los hay desde multiactividad o los de idiomas. M recomendación es que siempre sea lo más variado que se pueda, hay muchos estilos, el estilo campus deportivo en el que el niño entrena unas horas y luego el resto del día tiene pocas actividades para mi no debería ser una elección.
Y si lo es, hay que asegurarse de que el campamento tiene otras actividades para que los niños interactúen y participen además de las meramente deportivas, tampoco sería una elección en el caso de niños poco ágiles o poco deportistas, no me vale eso de a ver si se aficiona, si mandamos a nuestro hijo a un campus de ese estilo puede ser un suplicio.
En relación a los hermanos siempre es más cómodo que vayan juntos, pero hay que garantizar que el mayor no tiene que estar pendiente del pequeño: que cada uno funcione por su lado o en distintos grupos y que el pequeño tiene a quien acudir distinto de su hermano si tiene cualquier dificultad.
Así que en términos generales los campamentos son muy beneficiosos:
-
Fomentan la autonomía de los niños a muchos niveles, alimentación, higiene, orden…
-
Favorecen las relaciones sociales y las habilidades sociales
-
Dotan al niño de otros recursos
-
Mantienen un nivel de actividad en los niños, se muestran activos la mayor parte del día
Es normal que el primer día se sienta inseguro, incluso los tres primeros días. Incluso que proteste y pida que se le recoja. Esto es mejor tratarlo de manera previa, explicándole al niño que puede pasar, qué debe hacer…
Es habitual que nos surjan dudas acerca de ir a recogerle o no, la recomendación es que no. Pero si tenemos muchas dudas hay que comentarlo con los responsables, nunca presentarnos ahí, es preferible la experiencia de superación que de fracaso y siempre los últimos días mejoran mucho las inseguridades.
Los campamentos aportan muchas cosas a los niños, y además es un recurso estupendo mientras los padres trabajan, son personas especialistas que se ocupan de las actividades y del cuidado de los menores, así que yo siempre por norma general os animo a proporcionar a los niños una experiencia de este estilo siempre que se pueda.
Licenciada en Psicología.
Experto en Terapia de la Conducta Infanto-juvenil y Familiar. Especialista en Atención Temprana. Experto en Clínica e Intervención en Trauma y E.M.D.R. niveles I,II y III. Diplomada en Educación Social. Psicóloga especializada en Duelo infantil y juvenil de la Fundación Mario Losantos del Campo.