En la situación económica actual es posible que las condiciones laborales a las que estamos sometidos no sean las idóneas y que no resulte sencillo cambiar de empleo si el que tenemos no nos satisface. No obstante, es importante no permanecer pasivos y movilizar nuestros propios recursos con ánimo de prevenir situaciones de estrés en nuestro trabajo y asegurarnos una buena salud laboral.
Desde esta perspectiva más proactiva se está trabajando en una nueva área de la Psicología, la Psicología de la Salud Ocupacional Positiva. Ésta ha sido definida por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo estadounidense (conocido como NIOSH por sus siglas en inglés) “la aplicación de la psicología para mejorar la calidad de la vida laboral y la protección y promoción de la seguridad, la salud y el bienestar de los trabajadores”.
Esto es precisamente lo que persigue este artículo: tratar de acercar a los lectores algunas estrategias que les permitan mejorar su bienestar laboral, en este caso, a partir de sus propios recursos. Concretamente lo que se conoce como “job crafting” (Wrzesniewski y Dutton, 2001), es decir, modelar o personalizar tu entorno de trabajo.
Personalizar el trabajo consiste en tratar de cambiar activamente el diseño de tu empleo, mediante la elección de tareas, la negociación de los contenidos de tu puesto o la asignación de un significado a las tareas que realizas (Demerouti y Bakker, 2011).
De acuerdo con Wrzesniewski y Dutton (2001), “la personalización se centra en aquellos procesos mediante los cuales los empleados cambian elementos de sus ocupaciones y de las relaciones con el resto de las personas, con el fin de modificar el significado de su trabajo y el ambiente social que se da en este”.
Por lo tanto, la personalización tiene que ver con cambiar el trabajo con el objetivo de sentir que se hace algo importante. Como consecuencia, los empleados pueden aumentar su capacidad de adaptarse al trabajo.
Esta personalización puede llevarse a cabo en dos niveles: el nivel físico y el nivel cognitivo o mental. A continuación se describen algunos de los cambios que pueden ponerse en marcha en el trabajo en los dos niveles descritos.
– A nivel físico:
- Crea un espacio físico agradable en tu lugar de trabajo: cuida que la temperatura sea la adecuada, mantén tus materiales de trabajo limpios, ordenados y clasificados; trata de hacer de tu espacio de trabajo un lugar cálido y personalizado: plantas, fotos, algún cuadro que te guste pueden hacer mucho más agradable el ambiente donde trabajas.
- Organiza tu tiempo y tareas, optimizándolos en relación con tus ritmos vitales. Por ejemplo, si tu rendimiento es mucho mayor por la mañana, programa para ese momento del día las actividades más complejas.
- Plantéate objetivos realistas cada día de acuerdo a tus posibilidades de desempeño.
- Dentro de lo posible, escoge aquellas tareas que te motivan más o que son más acordes a tu formación y habilidades.
- Moviliza tu red social: mantén contacto cercano con las personas que te hacen sentir bien en tu trabajo; coopera con ellos.
- Solicita autonomía y retroalimentación a tus compañeros y supervisores cuando las necesites para trabajar más cómodo.
– A nivel mental:
- Extrae siempre los aspectos positivos de cada tarea que realizas, de acuerdo con tu manera de ser, tus valores, etc.,
- Asigna un significado y propósito relevantes a las funciones que desempeñas.
- Recuerda al final del día todo lo que Sí has hecho y no sólo lo que No has podido concluir o está pendiente de realizarse.
- Trata de innovar en las tareas que haces para sentirte motivado; plantéate nuevos retos.
- Si tu trabajo es tranquilo y ofrece pocas posibilidades de innovación, quizá puedes ver esto como una oportunidad para iniciar nuevos proyectos laborales o personales.
- Utiliza el sentido del humor siempre que puedas; ayuda a desdramatizar las dificultades y, como no, a pasar un rato agradable.
- Mira hacia el futuro con optimismo y esperanza; aunque actualmente pueda haber dificultades en tu entorno laboral esta tendencia no puede mantenerse así siempre.
- Piensa en aquello que tú puedes hacer para mejorar tu ambiente de trabajo.
En resumen, este artículo pretendía hacer más consciente al lector de sus propios recursos personales en el trabajo, aquellos que no dependen de la organización en la que trabaja o del supervisor que le corresponde y que pueden contribuir a su bienestar laboral. Personalizar el trabajo es posible para cada uno de nosotros y puede mejorar considerablemente nuestra motivación, satisfacción y compromiso con nuestro empleo.
Foto: Claudio Núñez
Betania Centro de Psicología nace con una clara vocación de servicio desde la calidad profesional. Es, sobre todo, un centro orientado a paliar en lo posible el sufrimiento de las personas a las que atendemos y a facilitar y fomentar su pleno funcionamiento, siendo, por lo tanto, la calidad del servicio a nuestros usuarios la primera prioridad del centro.
glendy gutierrez says
gracias por los consejos los pondre en practica